Peter Trawny, Emmanuel Faye y François Fédier en Die Zeit sobre la polémica en torno a los "Cuadernos negros".-
El semanario
Die Zeit recogía con el cambio de año algunos textos relativos a esta nueva reedición de la polémica sobre Heidegger y el nazismo,
centrada ahora, como decíamos, en el presunto antisemitismo del filósofo.
Junto con el propio Peter Trawny, en estos artículos y entrevistas
tomaban la palabra quienes quizás son los más destacados representantes
de las posiciones encontradas sobre el tema en el mundo académico
francés: François Fédier y Emmanuel Faye.
El artículo
de
Peter Trawny comienza haciendo mención a
la referida anécdota de Jaspers, recogida en su autobiografía: ante el comentario del autor de la
Psicología de las
cosmovisiones acerca del "perverso sinsentido de
los Protocolos de Zion" (
"bösartiger Unsinn von den Weisen von Zion"),
Heidegger habría opinado --según el relato de Jaspers-- que sí había una "peligrosa unión internacional de los judíos" (
"eine
gefährliche internationale Verbindung der Juden" - sic!). Para Trawny,
la publicación de los "Cuadernos negros" vendría a demostrar que hay un
núcleo de verdad en esta anécdota de Jaspers. Según este autor,
Heidegger habría visto en el 'judaísmo mundial' (
Weltjudentum) un poder
determinante en la constelación de fuerzas que llevaría a la II Guerra Mundial y
que identificaría ocasionalmente con el capitalismo y el liberalismo, y
también con un modo de existencia de tipo nómada y apátrida. Con ello,
el filósofo se habría servido además del imaginario antisemita a la hora
de caracterizar a ese "
Weltjudentum". Trawny hace mención a comentarios
de Heidegger en su correspondencia con su esposa que denotarían o
dejarían constancia de un "resentimiento antisemita" y da por
sentada una reserva personal y privada de Heidegger frente a los judíos
que, en principio, parece contrastar con la experiencia y la actitud
referida por sus asistentes y estudiantes, amigos y discípulos judíos.* Para el editor de
los cuadernos negros,
el mencionado "resentimiento" se traduce en el pensamiento filosófico de Heidegger en lo
que denomina un "antisemitismo ontohistórico". En
el artículo de
Die Zeit, Peter Trawny también se refiere a la polémica
surgida en torno al anuncio de la publicación de los "Cuadernos negros",
que según sus palabras, ha despertado algunas "reacciones histéricas"
en París y ha enfurecido a intelectuales franceses e intérpretes de la obra de Heidegger. (El texto dice: "
Französische Gelehrte, die seit Jahrzehnten Heideggers
Denken interpretieren, liefen sozusagen intellektuell Amok".)
Por
su parte, en el mismo número de
Die Zeit
se publica una entrevista con
Emmanuel Faye, en la que el autor francés declara que la
publicación de los cuadernos negros de Heidegger significa nada menos que
la
coronación de la edición de su obra completa. Es sabido que según indicaciones del propio filósofo debían aparecer como los últimos volúmenes de la
Gesamtausgabe y, por ello, Faye
interpreta que "el radical antisemitismo" de Heidegger es, conscientemente, "el fin
último, el telos de su camino". En la entrevista Faye insiste en la línea de su trabajo sobre la "introducción del nazismo en la filosofía" por parte de Heidegger y reitera las similitudes que cree haber descubierto entre el pensamiento de Heidegger y los escritos de Alfred Rosenberg, autor del libelo antisemita
El mito del siglo XX. Además, para intentar apuntalar su interpretación de que
el antisemitismo no sería sólo una particularidad del
carácter de Heidegger, sino un elemento esencial desde el que juzgar su actividad intelectual, Faye relaciona la supuesta "
Weltlosigkeit"
que habría achacado Heidegger al judaísmo con las nociones de mundo en sus lecciones de 1929/30 (GA
29/30). De acuerdo con un manejo hermenéutico bastante despreocupado de los textos del pensador alemán, algo que se le ha criticado a Faye en infinidad de ocasiones, este intérprete afirma que, en la medida en que los animales en estas lecciones eran tematizados como "pobres de mundo" ("
weltarm"), Heidegger habría considerado a los judíos en un rango aun inferior al de los animales, al concebirlos como "carentes de mundo" ("
weltlos"). (El texto de la entrevista con Faye reza: "
Die Juden sind für ihn nicht nur heimatlos, sondern auch
"weltlos". Damit rangieren sie sogar noch unter den Tieren, von denen
Heidegger in den Grundbegriffen der Metaphysik im Jahr 1929 sagte, sie
seien "weltarm".")
Por último, el semanario
Die Zeit recogía una entrevista con
François Fédier, en la que el conocido intérprete de Heidegger rechaza la lectura del editor de estos nuevos volúmenes. Sobre la clave de la interpretación de Trawny, que, como dijimos, no es otra que
la posible influencia en el pensamiento de Heidegger de los Protocolos de los Sabios de Sión, comenta que le "sorprende la mera idea de que Heidegger haya podido siquiera leer los
Protocolos", pues no cree que "perdiera el tiempo con semejante sinsentido (
Unsinn)". El empeño de Fédier en desmentir las acusaciones de antisemitismo y lo forzado en ocasiones de su insistencia en reinterpretar ciertas aserciones problemáticas de Heidegger, soslayando incluso su más inmediata literalidad, puede dar la impresión a veces de ser un remedo (pero en sentido contrario) de los malabarismos hermenéuticos de Faye y otros detractores de Heidegger. La motivación de Fédier podría buscarse quizás en la identificación que este autor realiza (y reconoce) entre el carácter moral del filósofo y la validez filosófica de su pensamiento, algo que ya habíamos documentado
en una entrada anterior de este blog. Con ello, además, se cae en una interpretación quizás demasiado indolente de la relación de Heidegger con el nazismo y de las propias contradicciones del filósofo. Se diluye así, igualmente, un momento problemático de ámbitos temáticos de su pensamiento en los que se aprecian ciertamente representaciones lastradas de prejuicios y lugares comunes, que dan cuenta, a su vez, de cierta ineptitud a la hora de enfrentar fenómenos sociales y políticos. Una impericia fenomenológica si se quiere, que contrasta con la profundidad y lo acertado de su pensamiento al caracterizar otros aspectos de índole social, epocal e histórica. Sin embargo, Fédier ha de llevar razón cuando remite a la más esencial conceptualidad heideggeriana y recuerda que "la representación heideggeriana de '
Dasein' hace imposible toda forma de racismo." ("
Heideggers Vorstellung vom Dasein lässt jede Form von Rassismus unmöglich erscheinen. Sein Daseinsbegriff lässt nicht zu, den Menschen als Rasse zu denken.")